En alguno pueblos los ranchos de ánimas (cofradías que pedían por las almas) van pidiendo por las casas y con el dinero que recaudan encargan misas por los muertos del pueblo al día siguiente.
La tradición dice que los más pequeños cogían una talega y pasaban por las casas pidiendo los santos, al más puro estilo de halloween y los caramelos. Tocaban en las puertas y preguntaban ¿hay santos? La dueña decía que sí, depositando en la talega castañas.
¡Sigamos con esta fantástica tradición!
Travesura realizada, CaroPuppi
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