Muchas veces me descubro a mi mísma soñando con lo que haría con un dinero que no tengo. Comprar, viajar, comprar, regalar, comprar y más COMPRAR. Me he cuestionado tantas veces si soy materialista, si toda esta sociedad me ha confundido y me he terminado convirtiendo en una consumista más. Y realmente recapacitar asusta, ¿por qué en un mal día irme de compras consigue sacarme una sonrisa? No es fácil contestar, pero creo
Porque a menudo también me reclamo a mi misma más momentos de tranquilidad, de volver al centro de todo, a una charla con gente a la que quiero o a un rato viendo una peli juntos. Y también me da esperanzas pensar que aunque soy consumista, además soy generosa, cuando me imagino regalando millones de preciosidades (carísimas, como no) a las personas con las que me gustaría pasar más tiempo... Creo que no estoy echada a perder del todo...
Y quizás todas estas reflexiones nunca se me pasarían por la cabeza en una época más prospera que esta. Quizás si el dinero no escaseara estaría de compras y no escribiendo estas líneas. Pero ahora más que nunca, cuando no hay dinero para nada que no sea importante, me doy cuenta de que todo se mueve por el dinero. Que soñar es gratis, pero cumplir los sueños es caro, que viajar cuesta dinero y que todo tiene precio...
Excepto las pequeñas-grandes cosas que me hacen feliz,
las arrugas de la comisura de los labios de mi madre al sonreír,
el olor de mi hermana en mi ropa después de un largo abrazo,
las miradas que significan todo entre mi mejor amiga y yo,
un beso de buenas noches de él...
Travesura realizada, CaroPuppi
PD: "Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero" -Voltaire