MAL DÍA

Hay días mejores y peores. Por eso un día te levantas y sabes, nada más plantar el primer pie en el suelo, que nada va a salir bien, pero tú tienes tus obligaciones, así que haces caso omiso de lo que tu intuición te dice y sales de la cama dispuesto a comerte el mundo.

Y sin explicación aparente, todo sale mal. Simplemente, porque no es tu día y aunque te empeñes en seguir adelante, tu cuerpo te pide meterte en la cama mientras tomas chocolate (o helado de tarta de queso *-*) en cantidades industriales. Porque simplemente necesitamos esto, las cosas sencillas que nos hacen sentir bien. Música que nos transporte a una época que recordamos con cariño, una película que nos emocione o una compañía que nos anime y nos haga sentir arropados. Puesto que no hay nada como sentirse en casa y querido (aunque estés muy lejos) para estar bien.

Y aquí estoy yo, el día internacional del bajón emocional, el domingo, escuchando a mi grupo favorito de la adolescencia (¡Como los echaba de menos!) para sentirme como nueva y empezar la semana con una sonrisa y las pilas cargadas.

Travesura realizada, CaroPuppi

PD: Y recuerden, "Solo ha sido un mal día... y ya está a punto de terminar. Según la ley de la probabilidad, mañana toca UN DÍA GENIAL :)