Como cuando eres niño y te dan clases de ortografía, tienes que aprender a colocar los puntos finales en la vida real para terminar con una historia que ya no da para más.
Un punto
final que acabe con las decepciones…
Un
punto final que acabe con las mentiras…
Un
punto final que acabe con el dolor…
Un
punto final que acabe con la tristeza…
UN
PUNTO FINAL QUE SEA EL COMIENZO DE UNA HISTORIA FELIZ
Porque
nada hay peor que unos puntos suspensivos que dejan expectativas.
Travesura realizada, CaroPuppi
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