Sobre el verano se habla mucho, se cuentan muchas historias, pero nadie habla sobre la cruda realidad. Y para eso estoy yo, para abrirle los ojos al mundo:
En esta época del año tus mejores amigos se van fuera de vacaciones y tú te quedas solo en casa. Todos piensan que es el mejor momento para conocer gente y hacer nuevos amigos ¡¡ERROOR!! Es el momento de ponerse al día con cada una de las series que tienes a medias (¡¡ACIERTO!!) y si puedes, empezar unas cuantas más, para que en período de exámenes tengas una distracción más, todo esto claro, si series.ly no está lleno.
En verano hace calor, sí, pero no me refiero al calor que hace que te apetezca ir a la playa a remojar los pies en la orilla. En verano hace tanto calor que tienes que dormir con la ventana abierta (corriendo el riesgo de que a la mañana siguiente te hagan una transfusión de sangre tras el trabajito que te han hecho los mosquitos), sin sábana (dios sabe a los peligros que nos enfrentamos) y en ropa interior. Muchos pensarán que esto es sexy, pero para muestra un botón.
Además , queremos compartir con todos lo bien que está yendo el verano. Instagram y Facebook se llenan de fotos en bikini o bañador, de puestas de sol en la playa, paellas y cervecitas bien fresquitas, pero sobre todo de pies. ¡SÍ, PIES! Llega el verano y nos damos cuenta de que tenemos pies bajo esos calcetines y botas y nos da por enseñarlos, pero ¿nadie se ha dado cuenta que esa es la parte más horrorosa de nuestra anatomía? Por el bien de mi repelús a los pies, digamos no al piestureo.
Y básicamente en esto se resume el verano, o al menos el mío, ver series o leer libros tumbada en el sofá mientras el ventilador me airea y aprovechar cualquier escapada a la playa o la piscina para presumir de isla y pies (mi instagram es testigo de que digo la verdad). Y aunque el verano nunca resulta ser lo que esperamos, siempre deseamos que vuelva para poder desaprovecharlo, digo difrutarlo.
Travesura realizada, CaroPuppi
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